miércoles, 4 de julio de 2007

EL ENTORNO URBANO COMO ESPACIO HISTORICO...


x Jorge Rivas Medina

Liceo Diurno Avenida Independencia
Santiago
1997 - 2006


Dentro de los contenidos de "Colonia en Chile" para Segundo Medio mis alumnos y alumnas realizaron un "fichero temático" sobre el período -al rededor de 30 fichas con conceptos coloniales en cuyo reverso estaba la definición-, que estuvo focalizado en tres grandes temas: sociedad colonial y "Guerra de Arauco", economía y monopolio comercial, e institucionalidad y política colonial (a los cuales se les asignó un color distinto dentro del fichero), con lo que no sólo menejaron un lenguaje y contexto básico referidos a los temas, sino que además lograron coevaluarse para medir el nivel de internalización de éstos. Sin embargo, y a pesar que esta actividad les resultó motivante, mis estudiantes se seguían cuestinando: "¿qué relación tiene este tema con nuestro presente?", "¿por qué estudiamos una época tan antigua?". Fue entonces cuando me surguió la idea de acercarles la historia colonial.
Como en ocasiones anteriores habían respondido bien en lass 2salidas a terreno", pensé que esta estrategia pedagógica sería útil en la consecución de mi objetivo, el que a su vez se transformaría en la unidad temática a tratar: rescatar el centro urbano de santiago desde una perspectiva colonial centrada en los aspectos políticos y social. Así, en la clase siguiente les indiqué que muchas veces pasábamos por espacios urbanos vivitados masivamente (como la Plaza de Armas) y que sin embargo desconociamos su raíz histórica: "existen varios lugares y edificios que se forjaron en la colonia y que desconocían", les señalé. Los desaf`´é a realizar un rescate histórico de su ciudad. Los jóvenes se mostraron motivados y una vez aceptado el desafío, nos organizamos en torno a la fecha de terreno y a la contratación de un bus que nos facilitara el trayecto. Los dos sitios centrales del terreno serían la plaza de armas y el museo colonial de San Francisco.
Dado el carácter de los lugares que observaríamos en terreno les indiqué que priorizaríamos los tópicos políticos-institucional (edificios, emplazamiento de la ciudad, pricipales institucionales, etc.) y socio-cultural (sociedad colonial, arte, órdenes religiosas, etc), ello a fin de que conocieran explicitamente la unidad temática de trabajo y además para que releyeran sus fichas referidas a estos temas.
Los estudiantes se habían organizado con antelación en grupos de cuatro personas y llevaban una guía de trabajo con siete preguntas de desarrollo elaborada por el profesor que sería luego luego calificada. La primera detención fue en Plaza de Armas donde los estudiantes comenzaron a tomar apuntes del relato hecho por el profesor. Hubo especial atención de los jóvenes y consultas cuando se fueron describiendo las instalaciones anteriores a los actuales edificios que allí se levantan. Fue en este momento cuando más utilidad tuvo el "fichero temático" como conocimiento previo, ya que se iba consultando a los alumnos y alumnas medida que se mostraban los edificios. Por ejemplo señalé: "lo que hoy día es el actual Mueso Histórica Nacional jóvenes, antiguamente era la Real Audiencia, ¿quién me dice cuál era la principal labor de esta institución durante la colonia?". De esta forma fuimos enriqueciendo la actividad.
Acto seguido se realizó un recorrido libre para obsercvar los monumentos y entregarles otros detalles a los estudiantes, como los referidos a la Casa Colorada. Colaboración especial prestaron los trazados metálicos del sector norte de la plaza, ya que ellos se revela la evolución del centro capitalino en los períodos de conquista y colonia. Al trasladarnos al Museo Colonial de San Franciscom hubo una breve parada frente al Palacio de La Moneda con el fin de caracterizar otro importante edificio colonial erigido en Santiago.
Antes que los alumnos y alumnas comenzaran a recopilar información dentro del Museo, les señalé rasgos generales de la construcción de la Iglesia y el Convento de San Francisco, datos de fundación y distribución de las salas. Luego cada grupo recorreió libremente el recinto eligiendo articulos de cada sala (según cantidad precisada en la guía) con el fin de caracterizar el material usado, datos de su realización, colores, motivo representado, apreciación grupal, e incluso el diseño de bosquejos de algunos de ellos. Se centró la observación de las salas Gran Sacrsitan, San Pedro de Alcántara, Capitular, Cerrajería y San Diego de Alcalá. Una vez terminado este trayecto los estudiantes se reunieron en el patio central del museo para redactar en no menos de una página una opinión grupal sobre la salida, con sugerencias, comentarios y criticas que pudieran enriquecer la realización de otras actividades similares.
Durante el regreso al liceo se les informó a los estudiantes que la presentación en limpio de la guía de terreno se haría una semana después, tiempo durante el cual podrían intercambiar la información personal recopilada, para contrastarla con la del resto del grupo.
La clase siguinte a la salida se recepcionó el informe y realizamos junto a los jóvenes un plenario-resumen de la actividad. Pude constatar oralmente (y luego lo ratifiqué al leer los informes) que los estudiantes identificaron e internalizaron las raíces históricas de variados edificios metropolitanos, conocieron mucho más de su ciudad y, fundamentalmente, sintieron que la colonia estaba más cerca de ellos de lo que pensaban, con lo cual se obtenía un resultado para el desafío inicial. Otro aspecto importante fue el que los alumnos y alumnas identificaron nuevos conceptos coloniales, incrementando así los que habían adquirido producto del "fichero temático", como fue el caso del concepto "Barroco" reconocible a partir del arte observado en el Mueso de San Francisco. Finalmente el informe fue evaluado sumativamente con posterioridad a la clase del planario.
Una de mis primeras reflexiones posteriores a la salida fue lo interesante que resultó compartir con el alumnado en un espacio ajeno a la sala; se crearon mayores lazos afectivos y surgió en los jóvenes un alto grado de compromiso en la realización de un buen trabajo. Sin lugar a dudas, la actividad resulta de gran responsabilidad para el profesor, pero si se toman las precauciones correspondientes los resultados pueden ser altamente satisfactorios. En ese sentido, haber tomado contacto previo con las instituciones que se iban a visitar permitió aprovechar mejor el tiempo y maximizar los recorridos (aunque no siempre es fácil combinar en forma exacta con el bus los traslados de un lugar a otro). de igual forma, haber incorporado además apoderados a esta actividad permitió que el orden y la disciplina fueran los adecuados, contribuyendo a que el grupo curso se matuvieran relativamente unidos durante los trayectos de pie.
Obviamente es fundamental crecordarle a los alumnos y alumnas con antelación que una "salida a terreno" requiere un gran sentido de compromiso y madurez de su parte para que el resultado sea óptimo, pero así también es importante demostrarles que se puede creer en ellos y no subestimar su desempeño. El hecho que una salida aparezca como una estrategia didáctica interesante para los estudiantes, se convierte en tierra fértil para despertar la curiosidad de éstos, motivar su imaginación, provocar la conversación y discusión con los pares (desallonado algunos OFT como el respeto y la tolerancia), fomentar un correcto método de recopilación de información y permitir el interés para reconocer nla realidad, sintiéndose partícipes y herederos de una experiencia histórico-cultural. El rescate urbano, la valoración de su propoia ciudad como espacio histórico, cobra así relevancia.
FUENTE: "Paginas Didácticas" MINEDUC. Nº 8, Vol 8, Año 6. Primer semestre 2002. pp. 51-53.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué piensa del tema????

Anónimo dijo...

Grande profe Rivas!